COSAS DE GELY
EL SUEÑO DEL ROSTRO Y EL ABANICO
Hace años tuve un sueño que aún conservo en mi memoria. El paisaje que vi era extraño y melancólico, pero me trasmitía una calma profunda. Las montañas que lo rodeaban eran de un tono oscuro, morado casi negro, y se alzaban hacia un hermoso cielo de diversas tonalidades salpicado de estrellas. Las nubes, situadas en la parte inferior eran mas luminosas y estaban formadas por variados, suaves y armoniosos colores.
En el centro de este paisaje, se encontraba un círculo perfectamente formado. Su color era tan oscuro como el de las montañas, y me dio la sensación de ser un portal hacia otro lugar, tal vez hacia las estrellas. Algo en él me decía que era un umbral entre dos mundos, aunque no comprendía su propósito. Dentro de este círculo, el cielo se tornaba en una mezcla entre un rosa y un lila difusos, como si fuera una mezcla de luces y sombras que se fundían.
Sobre este cielo aparecieron dos imagenes, una formada por el perfil del rostro amarillento de una mujer, y frente a ella, había una especie de abanico de un tono metalizado amoratado, con destellos rosáceos que reflejaban la luz de una forma peculiar.
En el centro de este paisaje, se encontraba un círculo perfectamente formado. Su color era tan oscuro como el de las montañas, y me dio la sensación de ser un portal hacia otro lugar, tal vez hacia las estrellas. Algo en él me decía que era un umbral entre dos mundos, aunque no comprendía su propósito. Dentro de este círculo, el cielo se tornaba en una mezcla entre un rosa y un lila difusos, como si fuera una mezcla de luces y sombras que se fundían.
Sobre este cielo aparecieron dos imagenes, una formada por el perfil del rostro amarillento de una mujer, y frente a ella, había una especie de abanico de un tono metalizado amoratado, con destellos rosáceos que reflejaban la luz de una forma peculiar.
El sueño me llenó de una curiosidad e inquietud, que todavía no he podido olvidar. Nunca entendí lo que vi, ni lo que significaba, pero algo en aquel círculo, en ese rostro y en el abanico siguen rondando en mi mente. Era como si el sueño tratara de revelarme algo oculto, algo que no comprendía, y esa sensación se quedó conmigo para siempre.
Fue por ello, como de costumbre, que cuando tengo un sueño de este tipo, decido pintarlo. Lo singular de estos sueños, es que en todos ellos siempre aparecen gotas, ya sea de sangre, agua lagrimas o de cualquier otro tipo.
