COSAS DE GELY
El secreto mejor guardado de Asturias
La costa oriental de Asturias es un tesoro escondido, un lienzo pintado por la naturaleza con pinceladas de verde intenso y azul profundo. A diferencia de otras costas más conocidas, esta franja costera ha sabido conservar su autenticidad, su alma salvaje.
Aquí, los acantilados se alzan majestuosos, desafiando al mar con sus formas caprichosas. Las playas, de arena fina y dorada, se esconden entre rocas y ensenadas, ofreciendo rincones solitarios para disfrutar del sonido de las olas y el aroma del mar.
Los asturianos, gente arraigada a su tierra, han sabido cuidar este paraje con mimo. Han entendido que la belleza de su costa reside en su estado natural, en la armonía entre el hombre y el entorno. Por eso, han resistido las tentaciones de la urbanización masiva, de los grandes complejos hoteleros que desfiguran otros litorales.
Aquí, no encontrarás rascacielos ni grandes aglomeraciones. En su lugar, te encontrarás con pequeñas aldeas de pescadores, con casas de piedra y tejados de pizarra que se mimetizan con el paisaje. En estos lugares, el tiempo parece haberse detenido, y la vida transcurre a un ritmo más lento, más auténtico.
Si buscas un lugar donde desconectar, donde disfrutar de la naturaleza en estado puro, la costa oriental de Asturias es tu destino. Aquí podrás caminar por senderos costeros, explorar cuevas y calas secretas, avistar aves marinas y, por supuesto, degustar la deliciosa gastronomía asturiana, basada en productos frescos del mar y de la tierra.
Un paraíso por descubrir
La costa oriental de Asturias es un lugar mágico, un secreto que los asturianos guardan con celo. Pero es un secreto que merece ser compartido, un tesoro que debe ser protegido para las generaciones futuras.