COSAS DE GELY
En este post, quiero reflexionar sobre la paradojas de la condición humana. Por un lado, somos seres que anhelamos la inmortalidad, que nos resistimos a aceptar el paso del tiempo y el deterioro de nuestro cuerpo y mente. Por otro lado, somos seres que provocamos la muerte, que nos involucramos en conflictos bélicos y violentos por motivos ideológicos o religiosos. ¿Cómo se explica esta contradicción? ¿Qué sentido tiene vivir para siempre si no somos capaces de vivir en paz?
Por otro lado, la guerra es una forma de violencia que causa mucho sufrimiento y destrucción. Es paradójico que los seres humanos, que son capaces de grandes actos de amor y compasión, también sean capaces de tanta crueldad y barbarie. No tienen que creerse lo que yo digo, desgraciadamente hoy podemos oírlo en todas las noticias del mundo.
Creo que la única forma de superar estas paradojas es aceptar nuestra finitud, nuestra vulnerabilidad, nuestra mortalidad. Aceptar que somos parte de un ciclo natural, que nacemos, nos convertimos en ancianos y morimos, que somos un eslabón más en la cadena de la vida. Aceptar que no tenemos todas las respuestas, que no podemos imponer nuestra verdad, que debemos respetar la diversidad y la pluralidad. Aceptar que lo único que tenemos es el presente, el aquí y el ahora, y que debemos aprovecharlo al máximo, sin miedo ni culpa. Y asumir con naturalidad que la vejez y el deterioro físico, es el último ciclo de nuestra vida.
Creo que solo así podremos vivir plenamente, podremos encontrar un sentido y un propósito a nuestra existencia, podremos ser felices y hacer felices a los demás. Solo así podremos dejar de engañarnos y de luchar contra lo imposible, y podremos abrazar la realidad tal como es, con sus luces y sus sombras. Solo así podremos dejar de matarnos y de matar, y podremos construir un mundo más justo y pacífico.