COSAS DE GELY
Según la OMT Organización Mundial del Turismo, las llegadas de turistas internacionales registraron un notable aumento del 7% en 2017 hasta alcanzar un total de 1.322 millones. El sector mueve 1,4 billones de dólares cada año y supone el 7% de todas las exportaciones de bienes y servicios del mundo.
Si esta tendencia se mantiene, la huella de carbono del turismo mundial aumentará hasta un 40 por ciento antes de 2025, cuando alcanzará los 6.500 millones de toneladas métricas de CO2, si no se cambian las políticas y los hábitos, según la misma investigación.
Sin embargo, el nuevo estudio ha incluido las emisiones de otros gases de efecto invernadero relacionadas también con la actividad turística, como los que se generan con el mantenimiento de las infraestructuras (de hoteles y aeropuertos), así como las emisiones vinculadas a la compra de alimentos, bebidas y recuerdos para los turistas, lo que ha elevado el porcentaje de la implicación del turismo en las emisiones contaminantes hasta el 8 por ciento.
Si lo expuesto anteriormente es grave, mucho más lo es que España un país de secano despilfarre en el turista que nos visita entre 450 litros y 800 litros de agua por cada día que disfruta de sus vacaciones en nuestro país, mientras los españoles gastamos una media de 132 litros de agua diarios.
Estos datos no me los he inventado yo pertenecen al Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2014, los últimos disponibles. Es decir, los turistas consumen entre tres y seis veces más agua que los residentes. ¿Podemos los españoles permitirnos este despilfarro?
El crecimiento del número de turistas extranjeros que llegan a España (y el del agua que usan) coincide con la época más seca del año, el verano, esto se va agravando año tras año ya que los periodos de sequía en los últimos tiempos cada vez son más largos prolongados y preocupantes.
Paradójicamente son las provincias más secas de España (con menos de 300 mm de precipitación anual) como Almería (el Cabo de Gata, Níjar, es el espacio más árido de la Península); Murcia y Alicante, es donde menos llueve (lo hace en torno a 61 días al año) y da la casualidad que es en estos lugares donde más turismo hay en verano y donde, en 2014, se ubicó el área poblada más seca del planeta.
Fuerteventura y Lanzarote (las islas Canarias más orientales) también adolecen de esa carencia de agua. Yo me hago la siguiente pregunta: ¿Cómo afrontan los hoteles la conciliación de más turistas con la explotación de un recurso tan básico y escaso como el agua? El turismo de cara a nuestro futuro hídrico no aporta nada bueno. Solo dinero, y nuestra mayor desgracia es que estamos atados a él cómo Sísifo a su roca.
VIDÉO El MITO de SÍSIFO y la Filosofía de lo ABSURDO (Albert Camus)
El mito de Sísifo podemos considerarlo como una metáfora de la vida contemporánea que abruma a los hombres de hoy, tal como les ocurrió a los antiguos héroes, a soportar duras pruebas, y a estar dispuestos siempre como Sísifo a empujar una y otra vez montaña arriba la pesada roca.