COSAS DE GELY
Antes de continuar mi más profundo agradecimiento a los filósofos de todos los tiempos cuyos razonamientos y reflexiones, nos ayudaron comprender la naturaleza de las cosas, especialmente aquello que atañe al hombre y al universo.
Hoy me encuentro ante un dilema, quien tenía razón sobre la naturaleza del ser humano, Sócrates o Maquiavelo. Según Sócrates la naturaleza humana es la virtud, como el saber actuar bien y el ser humano se distingue por poder dar una respuesta racional a cualquier pregunta racional que se haga sobre sí mismo.
Acabo de leer dos obras de Maquiavelo, una el Concepto de ser humano y la otra su ensayo póstumo el Príncipe. En ambas, Maquiavelo como buen conocedor de la psicología humana, nos habla de la naturaleza del ser humano y su comportamiento.
Maquiavelo nos dice que el hombre es heredero de una naturaleza o condición constante que es invariable a través de los tiempos. Que lleva a cabo ciertas acciones biológicas específicamente fisiológicas que siempre han sido comunes a todos los hombres en todos los tiempos y civilizaciones. Estos “atributos repetidos”, esas cosas que son iguales en todos los tiempos, constituyen ciertamente puntos fundamentales en el pensamiento y existencia de la naturaleza humana.
Según algunas de sus frases Maquiavelo opinaba lo siguiente:
• En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven.
• Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos.
• La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.
• En todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, se demuestra que no pueden apartarse los obstáculos sin que de ellos surjan otros.
• Los hombres ofenden antes al que aman que al que temen.
• No puede haber grandes dificultades cuando abunda la buena voluntad.
• Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento.
Pero volvamos al tema que nos ocupa. A diferencia de los pensadores griegos de la antigüedad, Maquiavelo está convencido de que el ser humano es malo por naturaleza. Que la maldad forma parte a su condición humana: “Los hombres son míseros, más aficionados a los bienes que a su propia sangre”. Lo cual significa, que para el ser humano no existe la bondad ni la maldad, sino intereses, dinero y propiedades. Tan convencido estaba Maquiavelo de que esto era así, que afirmaba categóricamente, que los seres humanos lloran con más facilidad la pérdida de sus bienes que la muerte de sus padres. Según mis propias experiencias, Maquiavelo tiene toda la razón.
Queda claro que para Maquiavelo solo existían los intereses, por lo tanto la moral no tenía razón de ser, ya que no había diferencia alguna entre el bien y el mal.
A pesar de ser duro de aceptar un planteamiento tan cruel como el que expone Maquiavelo, viendo lo que acontece actualmente en nuestra sociedad, relacionado con los casos de corrupción política, Gürtel, tarjetas black, Púnica etc. He de decir que me siento más identificada con Maquiavelo que con Sócrates.
Pienso que para la mayoría de nuestros desaprensivos representantes políticos, no cuentan los sentimientos humanos en su percepción del mundo, deben haber aprendido mucho de las obras de Maquiavelo y probablemente serán su guía. Estoy convencida que en su alma (si es que la tienen) sólo guardan un número infinito de intereses; y que el deseo de poder, dominio y riqueza son sus únicas pasiones y motores vitales.
Está claro que el manual maquiavélico les proporciona el método adecuado para que el Príncipe, (en este caso los políticos) pueda mantenerse en el poder, engañando al pueblo con artimañas para seducirlo, ofreciéndole pequeñas y míseras gratificaciones, como la bajada del IRPF de cuando en cuando. Olvidan que es su obligación proveer a los ciudadanos en la medida de lo posible, aquello que necesitan y ellos tienen la obligación de proporcionarles. Pero el “indocto” pueblo cree, que con la bajada del IRPF les están haciendo un favor.
Maquiavelo con gran acierto expone en el capítulo XVIII del Príncipe lo siguiente: “En las acciones de todos los hombres, pero especialmente en las de los príncipes, contra los cuales no hay juicio que implorar, se considera simplemente el fin que ellos llevan. Dedíquese, pues, el príncipe a superar siempre las dificultades y a conservar su Estado. Si sale con acierto, se tendrán por honrosos siempre sus medios, alabándole en todas partes: el vulgo se deja siempre atrapar por las exterioridades…” De esta atrevida afirmación de Maquiavelo es de la que ha nacido la frase atribuida a él: “El fin justifica los medios”.
Maquiavelo, afirmaba que los seres humanos no sólo eran malos por naturaleza, sino que eran débiles, manipulables, volubles y fáciles de manejar con simples palabras, que acompañadas de una sonrisa y algo de simpatía casi siempre surtían efecto, pero cuando esto no funcionaba, la fuerza era la mejor forma de someterlos.
Me descubro ante Maquiavelo, estupendo psicólogo y mejor conocedor que nadie de la maldad humana.
Gely Sastre