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jueves, julio 20, 2023

LAS RELIGIONES Y LA OPRESIÓN DE LAS MUJERES

COSAS DE GELY

LAS RELIGIONES Y LA OPRESIÓN DE LAS MUJERES

¿Qué papel juegan las religiones en la opresión de las mujeres? ¿Es posible ser feminista y creyente al mismo tiempo? ¿Qué alternativas existen para las mujeres que quieren liberarse de las cadenas religiosas? Estas son algunas de las preguntas que intentaré responder en este artículo, desde una perspectiva crítica y laica.

Las religiones son sistemas de creencias y prácticas que se basan en la existencia de una o varias divinidades, que supuestamente rigen el destino de la humanidad y el universo. Las religiones se transmiten a través de textos sagrados, tradiciones orales, rituales, normas morales y jerarquías eclesiásticas. Las religiones tienen una gran influencia en la cultura, la política, la educación, la familia y la sexualidad de las personas que las profesan.

Sin embargo, las religiones no son neutrales ni universales. Son construcciones históricas y sociales que reflejan los intereses y valores de los grupos dominantes en cada época y lugar. Y uno de esos intereses es el control y la subordinación de las mujeres, a quienes se les asigna un rol secundario, dependiente y reproductivo. Las religiones han sido y son machistas, porque legitiman el patriarcado como un orden natural y divino.

El catolicismo, el islamismo, el budismo y otras religiones comparten una visión androcéntrica y misógina del mundo, que se manifiesta en diferentes aspectos:

- En la representación de lo divino como masculino, excluyendo o minimizando lo femenino.

- En la negación o restricción de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, como el aborto, la anticoncepción, la diversidad sexual y la autonomía sobre sus cuerpos.

- En la imposición de códigos de vestimenta, conducta y moralidad que limitan la libertad y la expresión de las mujeres.

- En la discriminación y violencia contra las mujeres que no cumplen con los mandatos religiosos, como las que se divorcian, las que tienen relaciones fuera del matrimonio, las que renuncian a su fe o las que critican a sus líderes.

- En la exclusión o marginación de las mujeres en los espacios de poder y decisión dentro de las instituciones religiosas.

Por todo esto, creo que las mujeres no pueden ser libres si siguen sometidas a las religiones. Las religiones son una forma de alienación que impide el desarrollo pleno e igualitario de las mujeres como seres humanos. Las religiones son una barrera para el avance del feminismo, que busca la emancipación de las mujeres de toda forma de opresión.

No se trata de negar el derecho a creer o practicar una religión, sino de cuestionar el papel que estas tienen en la sociedad y en la vida de las mujeres. No se trata de imponer un ateísmo obligatorio, sino de defender un Estado laico que garantice la libertad de conciencia y la separación entre lo público y lo privado. No se trata de despreciar o ignorar la diversidad cultural, sino de promover el diálogo intercultural desde el respeto a los derechos humanos.

Las mujeres no necesitamos dioses, ni dogmas, ni políticas machistas como las de VOX para vivir. Necesitamos educación, salud, trabajo, seguridad, participación, cultura y amor. Necesitamos crear nuestras propias formas de espiritualidad, basadas en el conocimiento, la razón, la ética y la solidaridad. Necesitamos construir un mundo más justo e igualitario para todas y todos. Y eso solo será posible si abandonamos las religiones que nos oprimen.