COSAS DE GELY
A pesar de que la violencia contra la mujer no es un fenómeno nuevo, su reconocimiento, visualización y el pasar de ser una cuestión privada a un problema social, sí es relativamente reciente.
Muchos expertos coinciden en que la sociedad prehistórica era más igualitaria que la sociedad moderna, al menos en el reparto de tareas entre hombres y mujeres. Los estudios etnográficos demuestran que lo extraño en la prehistoria es encontrar una actividad exclusiva de hombres o mujeres.
Realmente sorprende que en la especie humana los machos hayan ocupado un papel tan dominante durante la mayor parte de nuestra existencia. Probablemente haya sido por la importancia que antaño se le daba a la fuerza física, para lo que parece ser ha estado siempre más dotado el género masculino; pero esto que funcionó en el pasado, dice muy poco en favor de la evolución de algunos hombrecillos, que siguen creyendo que la fuerza es el único camino para seguir sintiéndose machotes y tener sexos apropiándose de las hembras que se les pongan a tiro a low cost, o sea violándolas, sin importarles el daño que hacen.
La historia de la especie humana ha ido cambiando, sobre todo a partir de que las mujeres se han ido incorporando al mercado de trabajo y machos y hembras se han ido equiparando. Hoy a la fuerza física se la da menos importancia y es el plano intelectual el más valorado, y es en dicho plano en el que la mujer ha evolucionado sorprendentemente, cosa que algunos machistas residuales no soportan; de ahí el actual aumento de la violencia de genero hacia la mujer. Los machos de verdad no son violentos ni machista.
Te has preguntado alguna vez por que algunos hombres ("historiadores incluidos")
eliminaron a la mujer de la historia. Yo si: ¿Sería por envidia?
¿"Porque se dieron cuenta que ellas eran mas listas que ellos"? ¿O
quizás, (perdón por la broma) porque les molestaba el simbólico
apéndice de machos que llevaban colgando entre las piernas?. El caso es que desde tiempos
inmemoriales, las mujeres han sido maltratadas, violadas, silenciadas y asesinadas
por algunos descerebrados que solo siguen el irreflexivo instinto que les trasmite el colgajo que tienen entre las piernas, que al parecer, aparte de
transmitirles deseos incontrolables, a muchos los
convierte en verdaderos animales.
