COSAS DE GELY
MÁS TERRIBLE QUE HALLOWEEN
En los últimos meses, tres nombres propios han copado titulares por su gestión de crisis que han marcado profundamente a la sociedad española: Isabel Díaz Ayuso, Carlos Mazón y Juan Manuel Moreno Bonilla. Tres líderes autonómicos pertenecientes al Partido Popular, tres contextos distintos, pero una misma constante: la polémica por la gestión de lo público en momentos de máxima vulnerabilidad.
Ayuso y las residencias de ancianos durante la pandemia Covid. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha vuelto al centro del debate, tras conocerse que ya son 143 las causas judiciales archivadas relacionadas con los protocolos de derivación hospitalaria, durante la primera ola del COVID-19. Aunque la Audiencia Provincial ha considerado que “se hizo todo lo humanamente posible”, las cifras siguen siendo estremecedoras: más de 7.000 mayores fallecieron en residencias madrileñas entre marzo y mayo de 2020, muchos sin recibir atención médica adecuada. La sombra de los llamados “protocolos de la vergüenza” sigue proyectándose sobre la gestión de Ayuso, pese al cierre judicial de los casos.
Carlos Mazón y la DANA que arrasó Valencia Un año después de la devastadora DANA que dejó 229 muertos en la Comunidad Valenciana, el presidente Carlos Mazón enfrenta una creciente presión política y judicial. Las protestas ciudadanas no han cesado, y la oposición le acusa de falta de previsión y de no asumir responsabilidades. La jueza que investiga la tragedia ha solicitado incluso el listado de llamadas del presidente durante las horas críticas del desastre. Mientras tanto, Mazón ha reconocido que “hubo cosas que debieron funcionar mejor “, pero su gestión sigue siendo objeto de duras críticas.
Moreno Bonilla y el escándalo del cribado de cáncer de mama En Andalucía, la sanidad pública atraviesa una de sus mayores crisis tras revelarse fallos masivos en el sistema de cribado del cáncer de mama, que habrían afectado a más de 2.000 mujeres. La falta de comunicación de resultados sospechosos y los retrasos en las revisiones han generado una ola de indignación social. Miles de personas se han manifestado en Sevilla exigiendo la dimisión de Moreno Bonilla y una investigación a fondo. Sin embargo, el PP andaluz ha bloqueado la creación de una comisión parlamentaria para esclarecer los hechos.
Estos tres casos reflejan una preocupante tendencia: la gestión de las crisis desde el poder político no siempre va de la mano de la transparencia, la responsabilidad o la empatía. En un país donde la salud y la vida de los ciudadanos deberían ser la prioridad, la rendición de cuentas no puede quedar archivada.

