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lunes, septiembre 29, 2025

UN GRITO SERENO POR LA TIERRA

COSAS DE GELY 

 
UN GRITO SERENO POR LA TIERRA 

Acabo de leer nuevamente el libro Un mundo que agoniza, de Miguel Delibes, y cada vez que lo hago no puedo evitar sentir una mezcla de admiración y tristeza. Admiración por la lucidez y sensibilidad de este autor, que ya en 1979 nos hablaba con claridad sobre el rumbo equivocado que la humanidad estaba tomando. Y tristeza, porque más de cuatro décadas después, sus advertencias no solo no han sido escuchadas, sino que la situación se ha agravado.

Delibes, con su voz serena y sabia, no necesitó apelar al sensacionalismo ni a la desesperación. Solo le bastó la verdad. Con una mirada profundamente humana y conectada con la naturaleza, nos mostró cómo el llamado “progreso” estaba en realidad, desdibujando nuestra relación con el mundo natural. Nos alertó sobre la explotación desmedida de los recursos, la industrialización feroz, la contaminación, la sobrepoblación y la destrucción del equilibrio ecológico. Lo dijo todo claramente y lo ignoramos.

Hoy seguimos atrapados en ese falso sentido del progreso que confunde desarrollo con destrucción, avance con acumulación, y éxito con consumo. Nos han vendido la idea de que todo es reemplazable, incluso la Tierra. Y mientras tanto, la avaricia de unos pocos continúa devastando lo que es de todos: los bosques, los ríos, el aire, los océanos, los animales… y a nosotros mismos.

Es incomprensible y vergonzoso cómo seguimos permitiendo este suicidio colectivo. Sabemos que el planeta está al límite, lo vemos cada día en los incendios, en las sequías, en las temperaturas extremas, en la pérdida de biodiversidad, en las enfermedades nuevas, en la tristeza de quienes ya no reconocen su propio paisaje. Y sin embargo, la inacción domina. Nos hemos anestesiado.

Leer a Delibes es como escuchar a alguien que amaba la vida de verdad. Que entendía que la naturaleza no es un recurso: es un hogar. Que sabía que el ser humano no puede vivir aislado de la tierra, porque somos parte de ella, no sus dueños.

Tal vez aún estemos a tiempo. Tal vez si volvemos a mirar con respeto y humildad, si aprendemos de quienes sí sabían convivir con la naturaleza en lugar de someterla, si dejamos de medir todo en función del dinero o del poder… tal vez entonces podamos empezar a sanar este mundo que tanto hemos herido. Pero no podemos esperar más.

No se trata solo de “salvar el planeta”, como si fuera algo externo a nosotros. Se trata de salvarnos a nosotros mismos. De salvar la dignidad humana, la belleza, el equilibrio, la vida. Como decía Delibes: “No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita”. 
 
Ojalá sepamos escuchar (aunque sea tarde) la voz de quienes nos advirtieron con amor y verdad. Porque este mundo, que agoniza, aún respira. Y mientras respire, hay esperanza.  
Discurso de Miguel Delibes, (un hombre de palabras más que de letras)
 
El concepto de Miguel Delibes como "un hombre de palabras más que de letras" proviene de su famoso discurso de clausura del II Congreso Internacional de la Lengua en 2001, donde explicó que, si bien es un escritor, prefiere la palabra y la conversación antes que la erudición académica. En su discurso, Delibes afirmó sentirse más cercano a la intuición y a la experiencia que a los intríngulis de la gramática, y que su literatura se basa en la comunicación con la gente y el asombro por las maravillas de la lengua.