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domingo, junio 12, 2022

LOS TRES VENENOS QUE NOS CONSUMEN

COSAS DE GELY 


Los tres venenos que nos consumen, según el budismo

Buda explicaba que hay tres cosas que nos envenenan y son el apego el rechazo y la ignorancia. El apego nos lleva al aferramiento a  creernos dueños de las cosas y de las personas de los grupos de trabajo, de los amigos, de los hijos y de la pareja hasta de los lugares por donde andamos, así funciona a nuestra mente, así aferrándonos nos a todo. El apego genera celos agresiones a los demás por pensar que nos van a quitar lo que creemos que es nuestro porque en realidad nada nos pertenece, ni siquiera somos dueños de nuestro propio cuerpo, porque hemos de dejarlo atrás en el momento de la muerte. 

El apego es fuente de sufrimiento porque desoímos la primera gran noble verdad, todo es impermanente y si las cosas son permanentes qué sentido tiene que nos aferremos algo que estamos seguros que se va a ir. Cuando se le sugiere la persona que deje ir a aquellos que nunca fue suyo, el sentimiento de bienestar es indescriptible. El rechazo, que lleva a la rabia y al odio, querer que algo no exista querer apartar algo de nuestra vida es inútil por que hagamos lo que hagamos, eso que nos molesta va a seguir estando ahí, tal vez nos moleste algún vecino, pero lejos de entrar en conflicto con esa persona lo que debemos hacer es averiguar por qué nos causa tanta molestia, qué cosas estamos proyectando en el que son nuestras y si esas cosas nuestras no las podemos eliminar vamos a tener que aprender a convivir con ellas. 

El rechazo es la otra fuente de infinitos sufrimiento. La ignorancia, desconocer las leyes universales desconocer que si hacemos daño ese daño de alguna manera nos va ser devuelto, ignorar la ley del karma constituye un veneno muy poderoso.  Hay quien piensa, como aquel sujeto no me agrada voy a causarle un daño y en realidad está firmando su propia sentencia, el daño que hace lo va a recibir indefectiblemente, lo mejor siempre es mantenerse ecuánime, ofrecer buenas acciones a los demás y ser ejemplo de cada una de nuestras decisiones libres.  

 


 



1. La ignorancia

Para el budismo la ignorancia es el primero de los tres venenos que nos consumen. Esta no es lo opuesto al conocimiento, sino a la iluminación. No es que el ignorante carezca de conocimientos intelectuales, sino de sabiduría, que es una forma de saber más profunda y no nace del intelecto, sino de la conciencia.

Los budistas señalan que conocer es penetrar en la naturaleza esencial de cada realidad. La vía para conseguir esa compenetración es la contemplación y la lucha contra el ego. El ego impide ver las cosas como son, las distorsiona. Por eso, quien no ha vencido a su ego, es ignorante.

Esta ignorancia se superaría con la atención plena, la misma que nos permite fundirnos con aquello que contemplamos, adquiriendo la posibilidad de vivir esa naturaleza dentro de nosotros mismos. Se entiende una planta cuando se contempla y se logra sentir como planta, experimentar el mundo como lo haría ella. Lo mismo cabe para toda realidad y esto es lo que permite superar la ignorancia.

2. El apego, uno de los tres fuegos que nos consumen

El apego nace de la ignorancia y lleva al odio. A su vez, el odio provoca apego e ignorancia y la ignorancia, apego y odio. Los seres humanos no se apegan a algo porque realmente lo aprecien o lo amen, sino que que ese algo sirve de alguna manera como soporte del ego y por eso se le considera indispensable. En realidad lo es, pero para el ego, no para el ser como tal.

El apego es una negación de la ley de la impermanencia. Esta señala que todo está en continuo cambio. Ya no somos el que éramos hace un minuto, igual que los demás tampoco lo son. Eso hace que el apego sea básicamente un absurdo, pues estamos atándonos a algo que tiene una existencia cambiante, es decir, algo que ya no es lo que fue cuando nos apegamos a ello.

Por lo anterior, el deseo de poseer, tener o mantener a una persona, un objeto o una situación, está condenado al fracaso. De ahí que se le considere una fuente de sufrimiento y se le catalogue como uno de los tres fuegos que nos consumen. El apego es irracional y conduce inevitablemente a la insatisfacción y al dolor.

3. El odio

El odio es un sentimiento que lleva a un deseo intenso de destruir. Casi siempre aparece asociado con otros sentimientos como rencor, desprecio y aversión, entre otros. Se trata además de un sentimiento que demanda una enorme cantidad de energía vital.

Así mismo, el odio es invasivo. Una vez se asienta, tiende a impregnar todo lo demás. Nos hace proclives a la ira y se convierte en una barrera que impide la expansión de nuestra esencia, en toda su plenitud. El odio es ignorancia porque alimenta una mirada superficial sobre los errores o defectos de otros. Si los viésemos con atención plena, comprenderíamos sus limitaciones y sentiríamos compasión, en lugar de ira.

Los tres fuegos que nos consumen, ignorancia, apego y odio, hacen precisamente eso: consumirnos. Se trata de fuerzas que nos carcomen, que se roban nuestra energía vital o nos llevan a derrocharla sin ningún provecho. Las principales víctimas de estas fuerzas somos nosotros mismos. Alimentar esos venenos interiores se paga con sufrimiento.

 

Fuente: La Mente es Maravillosa - Revista sobre psicología, filosofía y ...