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lunes, junio 13, 2022

ARTHUR SCHOPENHAUER Capítulo 48

COSAS DE GELY

 

Arthur Schopenhauer: el primer budista europeo  

Schopenhauer fue para algunos de sus contemporáneos el gran sacerdote de la religión atea. Un santo que predicó la castidad y renunció a las trampas del deseo. Se había acercado al budismo al constatar la «maldad del mundo», en una época de su vida en la que el mundo le parecía miserable y fugaz, la creación de un demonio maligno que se deleita con el sufrimiento de sus criaturas. Ante las visitas le gustaba presentarse como budista. Sakyamuni le parecía el único que había comprendido la esencia del mundo, y en su estudio mandó colocar una estatua de Buda, que hizo dorar en oro de la mejor calidad y encargó tallar una peana para sostenerla.

Filósofos de la Revolución (1750 – 1900)

Arthur Schopenhauer (1788-1860)  Capítulo 48

Rompiendo la tradición alemana, Schopenhauer no siguió la corriente del idealismo (cuyas figuras importantes eran Kant y Hegel), y apostó por una nueva concepción de la realidad que nos rodea. Fue ignorado por el resto de filósofos alemanes y sus ideas se vieron ensombrecidas por las de Hegel, sin embargo en el campo de la psicología sí fue muy influyente (sobre Freud, por ejemplo). Schopenhauer recibió influencias del pesimismo y del budismo, y que aseguraba que era imposible explicar de dónde precedía nuestro conocimiento (como intentaron hacer racionalistas y empiricistas). Además, defendió una profunda idea: «todo hombre considera los límites de su propio campo de visión como los límites del mundo». Sigue leyendo aqui.

 
VIVIR es SUFRIR Arthur Schopenhauer Por qué la VOLUNTAD nos condena al SUFRIMIENTO

Schopenhauer fue, creo, el primer budista europeo (las primeras traducciones de los textos hindúes y budistas comenzaron a aparecer cuando estaba escribiendo la obra principal). Vivir, nos dice, es querer, y querer es participar en la lucha darwiniana ansiosa, agotadora e interminable que solo los más aptos sobreviven. Los placeres de alcanzar una meta son fugaces o inexistentes. Y una vez logrado, debemos apresurarnos hacia el próximo objetivo para escapar de la amenaza siempre presente de aburrimiento. La vida es una cinta de correr; La "rueda de Ixion" nunca se detiene. Pero esto, nos dice Schopenhauer, es un juego que no tenemos que jugar. Podemos retirarnos de la vida de estar dispuestos a una vida de contemplación - "atención plena", en la jerga actual - una retirada que, para los iluminados, se completará en una muerte fácil. En su nivel más profundo, dice Schopenhauer, su filosofía, como la de Sócrates, es una "preparación para la muerte".

 

Fuentes: bloghemia.com - vaventura.com