COSAS DE GELY
La muerte en el cristianismo
La muerte en el cristianismo es un tema complejo y controvertido, Sin embargo, se puede resumir en algunos puntos esenciales que forman parte de la doctrina cristiana.
La tradición judeocristiana, cuya fuente es la Biblia, ha entendido el pecado, en términos generales, como el alejamiento del hombre de la voluntad de Dios. Debido a que Adán y Eva comieron del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, el Señor los expulsó del Jardín de Edén y los envió al mundo. Su condición física cambió como resultado de haber comido del fruto prohibido; y tal como Dios lo había prometido, se volvieron seres mortales. Por eso, la muerte es una realidad dolorosa y negativa, que implica el fin de la existencia terrenal y el juicio de Dios sobre las obras de cada persona.
Antes de avanzar, me voy a permitir decir lo que personalmente pienso sobre este enredo, considero que el pecado original es injusto, puesto que la noción de pecado, por sí misma, ya es injusta e irracional. Pero, la peor injusticia (que el mejor teólogo no podrá justificar nunca), es que Dios extendiera la culpa a las generaciones siguientes que eran completamente inocentes.
Pero aparte de la injusticia del pecado original, pienso, que el mayor desatino que cometió Dios fue "enviar" a su supuesto hijo a sacrificarse para enmendar ese descalabro cometido por él mismo. Por muchas vueltas que le he dado ha esta actuación divina (como ser racional que soy) jamás he podido entender tanta crueldad sin necesidad.
Estos son los aspectos fundamentales de la muerte en el cristianismo. Espero haber sido clara y concisa, a pesar de no haber entrado en detalles teológicos o filosóficos que podrían resultar confusos o irrelevantes.
La muerte en el catolicismo
No debemos olvidarnos de la reforma hecha por Constantino I en el Concilio de Nicea en el año 325, que convirtió a parte del cristianismo en una rama llamada Catolicismo, que ha dado lugar a diversas interpretaciones a lo largo de la historia. En dicho concilio se convirtió a Jesús en Dios.
Todos los cristianos parten de la idea de que Jesús es Dios, de que Dios es uno pero trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y de que Jesús es la encarnación del Hijo, y por tanto Dios mismo, el Eterno, hecho hombre. Pero hay quienes afirman que la Iglesia primitiva le consideraba solo un hombre, y fue el emperador Constantino quien le transformó en Dios siglos más tarde. Sigue leyendo.
Según el catolicismo la muerte no es el final definitivo, sino una transición hacia una vida nueva y eterna. Gracias a la muerte y resurrección de Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, y según la iglesia Dios mismo. los Católicos tienen la esperanza de la salvación y la resurrección de los muertos. Esto significa que Dios, "en su misericordia", ofrece a todos los Católicos la posibilidad de reconciliarse con él y participar de su gloria. Pero como siempre hay algunos peros.
Prosigamos. La vida eterna según el catolicismo tiene dos destinos posibles: el cielo o el infierno. Fue el Concilio de Florencia en el siglo XV quién rubricó definitivamente la doctrina de San Agustín de un castigo y un infierno eterno. Sin embargo, ya en el siglo V, San Jerónimo estaba convencido de que no era conciliable la doctrina del infierno con la misericordia de Dios.
El cielo sería el estado de comunión plena y perfecta con Dios y con los santos, donde se gozaría de la visión beatífica y de la felicidad sin fin. El infierno sería el estado de separación total y definitiva de Dios y de los bienes creados, donde se sufriría el castigo eterno y el remordimiento sin consuelo.
Pero... no contenta con lo anterior, en el siglo XIII, la Iglesia Católica aceptó oficialmente la creencia en el Purgatorio. Esta creencia consistiría en ir a un lugar intermedio en el que permanecerían algunas almas después de morir, para expiar allí sus pecados veniales antes de entrar en el Cielo. Cosa que no fue aceptada por la Iglesia Ortodoxa Griega, ni por las Iglesias Protestantes.
Es desde el siglo XIII que para los católicos existe una realidad intermedia entre el cielo y el infierno, llamada purgatorio. El purgatorio según la Iglesia Católica, es el estado de purificación temporal de las almas que mueren en gracia de Dios, pero que aún tienen que expiar algunas faltas o pecados veniales. En el purgatorio, las almas reciben la ayuda de las oraciones y las obras de caridad de los fieles vivos, hasta que quedan limpias y aptas para entrar en el cielo.
Para los católicos, la muerte es el paso de la vida terrenal a la vida eterna junto a Dios. El alma se separa del cuerpo y es juzgada por sus obras. Según su destino, puede ir al cielo, al infierno o al purgatorio, un lugar de purificación temporal.
Los católicos esperan la resurrección de los muertos y la vida del mundo venidero. Los ritos funerarios incluyen la celebración de una misa y el entierro o incineración del cuerpo.
En los Libros Santos se llaman Novísimos a las cosas que sucederán al hombre al final de su vida, la muerte, el juicio, el destino eterno, el cielo o el infierno. La Iglesia los hace presentes de modo especial durante el mes de noviembre. A través de la liturgia, se invita a los católicos a meditar sobre estas realidades.
El término "Novísimos" es de origen bíblico, y puede ser encontrado en el libro de Eclesiastés (también conocido como Sirac), hoy solo esta presente en las ediciones católicas de la Biblia.