COSAS DE GELY
¿Alguna vez te has sentido abrumado por la cantidad de cosas que tienes que hacer? ¿Te has propuesto metas demasiado ambiciosas que luego no puedes cumplir? ¿Te has sentido frustrado por no poder avanzar en tus proyectos? Si la respuesta es sí, puede que estés abarcando más de lo que puedes.
Abarcar más de lo que podemos es un problema muy común en nuestra sociedad actual, donde se nos exige ser productivos, eficientes y exitosos en todo lo que hacemos. Sin embargo, esta actitud puede tener consecuencias negativas para nuestra salud física y mental, así como para nuestra calidad de vida.
En este post te explicaré por qué abarcamos más de lo que podemos, qué efectos tiene en nosotros y en los demás y cómo podemos evitarlo. También daré algunos consejos prácticos para gestionar mejor el tiempo, priorizar las tareas y establecer objetivos realistas. Espero que pueda ser útil a alguien y que pueda aplicarlo a su vida personal y profesional.
¿Qué efectos tiene para una persona y para los demás cuando se abarca más de lo que se puede? Esta es una pregunta que muchas veces nos hacemos cuando nos sentimos sobrecargados de trabajo, responsabilidades o compromisos. A veces, queremos hacer más de lo que podemos, ya sea por ambición, por perfeccionismo, por miedo al fracaso o por querer complacer a los demás. Sin embargo, esta actitud puede tener consecuencias negativas para nuestra salud física y mental, así como para nuestras relaciones personales y profesionales.
Algunos de los efectos que puede tener el abarcar más de lo que podemos son:
Estrés: el estrés es una reacción natural del organismo ante situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes. El estrés nos ayuda a movilizar nuestros recursos para afrontar esas situaciones, pero cuando es excesivo o prolongado, puede afectar negativamente a nuestro bienestar. El estrés puede provocar síntomas como ansiedad, irritabilidad, insomnio, fatiga, dolores de cabeza, problemas digestivos o cardiovasculares, entre otros.
Baja autoestima: cuando nos exigimos demasiado y no logramos cumplir con nuestras expectativas o las de los demás, podemos sentirnos frustrados, decepcionados o culpables. Esto puede minar nuestra confianza en nosotros mismos y nuestra valoración personal. La baja autoestima puede generar sentimientos de inferioridad, inseguridad, vergüenza o depresión.
Aislamiento: al intentar abarcar más de lo que podemos, podemos descuidar otras áreas de nuestra vida, como la familia, los amigos, el ocio o el cuidado personal. Esto puede hacer que nos sintamos solos, incomprendidos o desconectados de los demás. El aislamiento puede afectar a nuestra salud emocional y social, y aumentar el riesgo de sufrir problemas como la soledad, la falta de apoyo o el conflicto interpersonal.
Bajo rendimiento: al abarcar más de lo que podemos, podemos perder la calidad y la eficiencia de nuestro trabajo. Esto se debe a que al tener demasiadas tareas o proyectos a la vez, podemos dispersarnos, distraernos o cometer errores. Además, al no dedicar el tiempo suficiente a cada actividad, podemos dejarlas incompletas o insatisfactorias. El bajo rendimiento puede tener repercusiones negativas en nuestro trabajo, nuestra carrera profesional y en nuestra reputación.
Como podemos ver, el abarcar más de lo que podemos no solo nos perjudica a nosotros mismos, sino también a los demás. Por eso, es importante aprender a reconocer nuestros límites y priorizar nuestras actividades según su importancia y urgencia. Así podremos gestionar mejor nuestro tiempo y nuestros recursos, y evitar el estrés y el agotamiento. También es fundamental cuidar nuestro equilibrio personal y buscar espacios para el descanso, el ocio y la conexión con los demás. De esta forma podremos mejorar nuestra calidad de vida y nuestra felicidad.