COSAS DE GELY
SI NO VIVES COMO PIENSAS...
La frase "si no vives como piensas, acabarás pensando como vives" es atribuida a Gabriel Marcel, filósofo y dramaturgo francés, conocido por su pensamiento existencialista cristiano y personalista.
Dicha frase, una de las más reconocidas y reflexivas sobre la autenticidad y la coherencia en la vida personal de todos los seres, me ha llevado razonar sobre ella, llegando a la siguiente conclusión.
Entre los seres humanos en general, suele suceder que hay personas que no viven o no vivimos como pensamos. Esta discrepancia entre nuestros pensamientos y modo de vivir, pienso que siempre ha sido algo inherente a la condición humana. A menudo, las personas nos encontramos atrapadas en las expectativas de la sociedad y las obligaciones y presiones cotidianas, lo que nos impide vivir de acuerdo con nuestros verdaderos pensamientos y deseos. La vida, con sus múltiples facetas y desafíos, a veces nos lleva por caminos que se desvían de nuestros ideales personales.
La reflexión de Marcel "si no vives como piensas acabarás pensando como vives", nos invita a considerar la autenticidad de nuestras vidas. ¿Somos fieles a nosotros mismos, a nuestras convicciones más profundas, o simplemente seguimos el guion que otros han escrito para nosotros? La búsqueda de coherencia entre lo que pensamos y cómo actuamos, es un viaje personal que requiere reflexión y a menudo, el coraje de ir contra corriente.
En este viaje, la humanidad se enfrenta a la dualidad de tener que elegir entre libertad y responsabilidad. Dualidad significa la existencia de dos caracteres o fenómenos distintos en una misma persona, o en un mismo estado de cosas, estas dos caras de una misma moneda, nos impiden ejercer la libertad de elegir nuestro camino y la responsabilidad de aceptar las consecuencias de esa elección. Es un equilibrio delicado, donde cada decisión refleja una parte de quiénes somos y lo que valoramos. Sin embargo, esa libertad también puede ocasionarnos ansiedad, ya que conlleva la incertidumbre de no saber si nuestra elección es la correcta.
La vida según yo la veo, a menudo es contradictoria. Lo que hace unos días o incluso unos momentos considerábamos una verdad inmutable, se por experiencia que transcurridas unas pocas horas puede convertirse en algo inaceptable y absurdo.
La humanidad, en su diversidad, muestra cómo todas, absolutamente todas las personas tenemos grandes dudas entre el pensamiento de ser nosotros mismos o seguir nadando y guardando la ropa, lo que es igual a intentar hacer dos cosas a la vez, que en principio son incompatibles. Algunos buscan activamente alinear sus acciones con sus creencias, mientras que otros pueden encontrar consuelo en la discrepancia, ya sea por elección o por necesidad.
La reflexión de Marcel "si no vives como piensas acabarás pensando como vives", nos invita a considerar la autenticidad de nuestras vidas. ¿Somos fieles a nosotros mismos, a nuestras convicciones más profundas, o simplemente seguimos el guion que otros han escrito para nosotros? La búsqueda de coherencia entre lo que pensamos y cómo actuamos, es un viaje personal que requiere reflexión y a menudo, el coraje de ir contra corriente.
En este viaje, la humanidad se enfrenta a la dualidad de tener que elegir entre libertad y responsabilidad. Dualidad significa la existencia de dos caracteres o fenómenos distintos en una misma persona, o en un mismo estado de cosas, estas dos caras de una misma moneda, nos impiden ejercer la libertad de elegir nuestro camino y la responsabilidad de aceptar las consecuencias de esa elección. Es un equilibrio delicado, donde cada decisión refleja una parte de quiénes somos y lo que valoramos. Sin embargo, esa libertad también puede ocasionarnos ansiedad, ya que conlleva la incertidumbre de no saber si nuestra elección es la correcta.
La vida según yo la veo, a menudo es contradictoria. Lo que hace unos días o incluso unos momentos considerábamos una verdad inmutable, se por experiencia que transcurridas unas pocas horas puede convertirse en algo inaceptable y absurdo.
La humanidad, en su diversidad, muestra cómo todas, absolutamente todas las personas tenemos grandes dudas entre el pensamiento de ser nosotros mismos o seguir nadando y guardando la ropa, lo que es igual a intentar hacer dos cosas a la vez, que en principio son incompatibles. Algunos buscan activamente alinear sus acciones con sus creencias, mientras que otros pueden encontrar consuelo en la discrepancia, ya sea por elección o por necesidad.
Si hay algo que tengo claro, es que la vida de cada persona es un relato único de lucha y reconciliación entre sus pensamientos internos y la realidad que le rodea.
Marcel con su frase me ha dejado claro la importancia de su reflexión y la autenticidad. Es más, diría que nos desafía a vivir de manera que se reflejen nuestras verdaderas intenciones, a ser conscientes de nuestra realidad, y que no esta nada bien que nos engañemos a nosotros mismos.
Para terminar (a pesar de la reflexiva frase de Marcel) diré que estoy convencida de que la perfección no existe, y que vivir como pensamos creo que es algo inalcanzable e imposible.