domingo, mayo 26, 2024

LA DANZA DE LA NATURALEZA - PARA MIS NIETOS SAMUEL Y ANDREA

COSAS DE GELY

LA DANZA DE LA NATURALEZA 
 
Para mis queridos nietos, Samuel y Andrea:

Cuando mis hojas se hayan dispersado por el viento y mi cuerpo ya no repose en este mundo, quiero que recordéis la danza de las hadas hojas
 
Cuando mis pasos ya no recorran la tierra y mi voz se apague en el viento, recordarme como uno de esos seres danzantes formados por hojas.

Imaginar seres etéreos, formados por las hojas más delicadas de los árboles. En su vaivén constante, ejecutan un ballet sin igual, elevándose y cayendo con la gracia de las estaciones.
 
Imaginad un lugar mágico, donde las hojas de los árboles se desprenden de sus ramas y cobran vida, elevándose en el aire en una danza sin fin. Entrelazándose y separándose, estas hojas danzantes crean paisajes de ensueño, donde la belleza se mide en infinitas formas y múltiples colores.

Su danza os llevará a través de paisajes inimaginables, donde la belleza se despliega en todo su esplendor. Verdes campos se extienden hasta donde alcanza la vista, salpicados de flores increíbles. Altivos árboles se erigen como guardianes de este paraíso, sus ramas entrelazadas forman un dosel de infinitos colores. 
 
Ríos cristalinos serpentean por hermosos valles, reflejando en sus aguas el cielo azul. Y en la lejanía, majestuosas montañas por las que discurren ríos de un azul intenso, se elevan majestuosamente acariciando las nubes.

Rodeados de ese mundo mágico, donde las hadas hojas son las reinas os veo a vosotros.

Esas hadas insólitas con sus movimientos gráciles, pintan el aire con destellos de luz. Sus risas tintinean como campanillas, y sus canciones son melodías que acarician el alma. Son las guardianas de la naturaleza, velando por su armonía y equilibrio.

Un día, la danza de las hadas hojas llegará a su fin.

Cada hoja, habiendo cumplido su ciclo vital, se desprenderá del árbol y regresará a la tierra. Pero no temáis, mis queridos nietos, porque en ese retorno a la tierra reside la magia de la vida.

De la misma forma que las hojas se transforman en abono para nutrir nuevos brotes, mi recuerdo se transformará en el amor que espero os acompañe siempre.

Buscad la belleza en cada rincón del mundo, tal como lo hacían las hadas hojas en sus danzas. Sed amables con la naturaleza, pues ella es el hogar de todos nosotros. Y nunca olvidéis, que el amor que os tengo es tan grande e infinito como el mismísimo universo.
 
Y cuando llegue el momento en el que vosotros también os unáis a la danza, recordad que aunque la vida no siempre es un hermoso baile lleno de música, color y movimiento, intentar vivirla con alegría, con pasión y con el corazón abierto. Y así, cuando miréis atrás, podréis recordar con una sonrisa el tiempo que compartimos cuando erais niños, y que de algún modo, en algún que otro rato  danzábamos juntos.

Os quiero muchísimo.






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