viernes, mayo 31, 2024

EN EL CORAZÓN DEL PLANETA TIERRA

COSAS DE GELY
 

EN EL CORAZÓN DEL PLANETA TIERRA
 
En el corazón del planeta Tierra, en otro tiempo un paraíso de armonía y equilibrio, se ha gestado una sombría realidad. La desmesurada ambición de unos pocos ha corrompido la esencia de la humanidad, extendiendo una red de injusticias que asfixia a los más vulnerables y amenaza la supervivencia de la Tierra.

Con el comienzo de la primera y segunda revolución industrial, cual caja de Pandora fueron liberados cientos de efectos malignos desencadenando sus perversidades. Ambas revoluciones abrieron las puertas a un progreso desmedido. Que si bien trajeron consigo avances tecnológicos y bienestar para algunos, también sembraron la semilla de la desigualdad y la explotación. La avaricia se convirtió en el motor del "desarrollo", devorando recursos naturales y pisoteando los derechos de los más desfavorecidos.

La brecha entre ricos y pobres se ha ido ensanchando hasta alcanzar proporciones irracionales e inhumanas. Los opulentos viven en lujosas mansiones y palacios, mientras las masas más  humildes se hunden en la miseria, víctimas del hambre, la enfermedad y la violencia. La indecencia de estos poderosos, que se enriquecen a costa del sufrimiento ajeno, es una bofetada a la dignidad humana.

El planeta Tierra, en otro tiempo un jardín exuberante, gime bajo el peso de la irresponsabilidad humana. La explotación desenfrenada de sus recursos, la contaminación desmedida y la destrucción de hábitats naturales han desencadenado una crisis ambiental sin precedentes. El cambio climático, cual espada de Damocles, se cierne sobre las cabezas     de todos los seres que la habitan, amenazando con desatar un caos irreversible.

Las guerras, alimentadas por la codicia y el poder, siembran muerte y destrucción por doquier. Inocentes son sacrificados en aras de intereses mezquinos, mientras los verdaderos responsables se esconden en la sombra, tejiendo sus planes de dominación.

Ante este panorama desolador, surge la pregunta: ¿Dónde se esconde la justicia? ¿Acaso no existen instituciones capaces de poner freno a esta locura? La política, con sus juegos de poder y sus promesas vacías, parece haber perdido su rumbo. Los políticos, convertidos en marionetas de intereses oscuros, han olvidado su deber de servir al pueblo. Las Naciones Unidas, en otro tiempo símbolo de esperanza para la paz mundial, se ven impotentes ante la fuerza bruta y la ambición desmedida.

Espero que, en medio de tanta destrucción, aún queden vestigios de esperanza, y hayan personas en el mundo capaces de levantarse con valentía, exigiendo un cambio radical. Sería razonable que todos esos movimientos sociales, que se dicen defensores de los derechos humanos se planteen seriamente luchar (sin violencia) por un mundo más justo y sostenible.

La lucha por un futuro mejor no será fácil. Los humanos oprimidos tendrán que enfrentarse a poderosos enemigos y superar obstáculos aparentemente insalvables. Pero no podéis rendiros, si lo hacéis los desaprensivos adoradores del dinero, acabaran con todo.

Es hora de despertar de la apatía, es hora de tomar las riendas de vuestro destino. No podéis permitir que la avaricia y la indiferencia de unos pocos destruyan vuestro planeta y condenen a las futuras generaciones a un futuro incierto. Juntos, podéis construir un mundo mejor, un mundo donde la justicia impere y la vida sea valorada en todas sus dimensiones.
 
Cosas que se me ocurren que podrían acabar con tanto desatino: Elegir cuidadosamente un comité mundial, para que lleve a cabo la paralización de todo tipo de industria contaminante excepto aquellas imprescindibles para la subsistencia humana, como la alimentación y medicina. 
 
Cuando el Planeta se haya regenerado (si es que os queda tiempo para ello) crear unicamente industrias que no contaminen, pero no dejar jamás que estas caigan en manos privadas, pues volverían a ocasionar los mismos problemas que estáis padeciendo ahora. Para acabar con las injusticias y desigualdades del mundo actual, habría que poner una renta universal igual para todos los que la habitan la Tierra, y sobre todo no dejar jamas que surjan aquellos que en pos del vil metal vuelvan a destruirlo todo. 

El progreso que los seres humanos habéis llevado a cabo durante siglos, para lo único que ha servido es para enriquecer a unos pocos, obedecer a mediocres descerebrados, contaminar el Planeta, y hacer miles de guerras para mataros los unos a los otros. 

Esto último va dedicado a esa cuadrilla de insaciables, que nunca tiene bastante. ¿Todavía no os habéis dado cuenta que la Tierra es la casa de todos los que vivís en ella, incluidos vosotros?
 

 
 

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