COSAS DE GELY
¿Porque al Partido Popular (PP) le cuesta tanto siempre admitir sus derrotas electorales?
Particularmente pienso que un partido político que no es capaz de admitir su derrotas electorales no merecería gobernar nunca. Que yo sepa, la democracia se basa en el principio de que el pueblo es soberano y elige con sus votos a quien le da la gana, y aquellos que no son capaces de aceptar esto, están desafiando la voluntad del pueblo. Esto es una amenaza para la democracia misma.
Cuando un partido político no es capaz de admitir su derrota electoral lo único que hace es mostrar su falta de talante democrático y ello puede ser un riesgo para la estabilidad política del país. Los ciudadanos hemos hablado a través de las urnas y esto debe ser respetado, y los perdedores aunque les cueste admitir su derrota, deberían evitar emponzoñarlo todo como suele hacer el PP siempre que pierde.
Por ello, como dije anteriormente, creo que un partido político que no es capaz de admitir su derrota electoral, no merecería gobernar nunca.
Los partidos políticos son organizaciones que representan diferentes intereses y visiones de la sociedad, y que compiten por el poder mediante elecciones democráticas. Sin embargo, no todos los partidos aceptan los resultados electorales con la misma actitud. Algunos partidos, especialmente los que tienen una ideología más radical o populista, siempre tienden a cuestionar la legitimidad del proceso electoral, a denunciar fraudes inexistentes o a descalificar a sus adversarios. ¿Por qué ocurre esto?
Una posible explicación es que estos partidos tienen una concepción más absoluta y dogmática de la política, que les impide reconocer la pluralidad y la diversidad de opiniones. Para ellos, solo existe una verdad, la suya, y cualquier otra es una amenaza o una traición. Por eso, no conciben la posibilidad de perder o de compartir el poder con otros actores políticos. Su objetivo es imponer su visión del mundo, sin respetar las reglas del juego democrático ni las instituciones que lo garantizan.
Otra posible explicación es que estos partidos se basan en una estrategia de movilización permanente de sus seguidores, a los que alimentan con un discurso emocional y polarizador. Para mantener el entusiasmo y la fidelidad de sus bases, necesitan crear un clima de confrontación y de victimización, que les permita presentarse como los únicos defensores del pueblo frente a las élites corruptas o los enemigos externos. Así, no admitir la derrota electoral forma parte de su narrativa de resistencia y de lucha por el cambio.
Estas actitudes de algunos partidos políticos son muy perjudiciales para la convivencia y la estabilidad democrática, ya que erosionan la confianza en las instituciones, generan división social y pueden provocar violencia. Por eso, es importante que todos los actores políticos respeten los principios y los valores de la democracia, que reconozcan los resultados electorales y que acepten el diálogo y el consenso como formas legítimas de hacer política.
Desde la noche del domingo día 23 una palabra se ha borrado del vocabulario del PP "el Sanchismo". Feijóo ha pasado de derogar el Sanchismo a pedir un pacto con el PSOE. ¿Que cosas tan raras no?
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