COSAS DE GELY
Hoy trataré de definir como es el universo al que volvemos después de nuestro breve paso por este podrido planeta.
Creo que el universo es ese lugar donde la armonía reina, donde no hay espacio para la maldad, la política o la guerra, es el lugar donde la vida florece de forma natural y pura. Es ese paraíso cósmico, donde no existen naciones que nos dividan con fronteras, ni desigualdades que manchen la igualdad que une a todos los seres. Es ese sitio privilegiado donde la belleza y la fealdad no tienen cabida, pues la luz interior de cada ser brilla con intensidad propia. Es ese lugar donde la vida comienza como una chispa de energía, una vibración en la danza infinita del universo. Es esa chispa que se condensa en una pequeña esfera de luz, que poco a poco se va expandiendo y tomando forma. Es la energía que se transforma en materia, y la materia se organiza y forma un ser vivo, lleno de potenciales posibilidades.
El universo es el lugar donde cada ser es único e irrepetible, una pieza fundamental en el mosaico de la vida universal. Todos estamos conectados por un mismo hilo invisible, una energía que nos une y nos permite compartir experiencias y sabiduría. En el universo no hay competencia, solo cooperación y ayuda mutua. El aprendizaje es constante y la evolución es natural.
La vida en este universo no tiene un final como tal, sino que se transforma y continúa de forma cíclica. Cuando un ser cumple su ciclo de vida, su energía se libera y regresa al universo, para luego volver a tomar forma en una nueva creación. La muerte no es un final, sino un paso más en el viaje eterno de la vida.
En ese universo donde la armonía reina, no hay lugar para la maldad, el miedo, la tristeza, la política ni las guerras, la vida se desarrolla en un ciclo eterno de paz y felicidad. No hay distinción entre naciones, todos somos uno e iguales en esencia. La belleza no se define por la forma, sino por la bondad que emana del corazón.
Nota: He dejado volar mi fantasía, esta es solo una posible forma de imaginar cómo podría ser la vida en un universo sin maldad, política, guerras, naciones, fealdad o belleza. La verdadera naturaleza del universo está más allá de nuestra comprensión actual, pero podemos soñar con ella y aspirar a crear un mundo más cercano a esa idealización.
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