COSAS DE GELY
El Islam es una de las tres principales religiones monoteístas del
mundo, y es también un conjunto de normas sociales y legislativas que
regulan la conducta y la vida de los musulmanes desde el nacimiento
hasta la muerte.
Descripción del paraíso según la religión islámica: El paraíso es un lugar sagrado en la religión islámica, y es descrito como un lugar esencialmente diferente a la vida de este mundo, tanto en la propia naturaleza y el propósito de la vida, así como los tipos de placeres que la gente disfrutará en él.
Si entras en el Paraíso vivirás una vida completamente feliz, sin enfermedades, infortunios o muerte, y vivirás en él por siempre. Dios dijo en el Corán: “Y a los que creen y practican las acciones de bien, les haremos entrar en jardines (el Paraíso) por cuyo suelo corren los ríos; allí serán inmortales para siempre…” (Corán 4:57).
Algunos de los placeres que se disfrutan en el Paraíso incluyen la compañía de los seres queridos, la comida y bebida ilimitadas, la música celestial y la belleza de los jardines.
Descripción del infierno según la religión islámica: El Infierno es un lugar real preparado por Dios para aquellos que no creen en Él, se rebelan contra sus leyes y rechazan a sus mensajeros.
El Islam enseña que el Infierno es un lugar real, no un mero estado mental o entidad espiritual. La palabra «infierno» tiene nombres distintos en la tradición musulmana. Éstos se añaden dependiendo de los castigos de los que hable el Corán.
Según el Corán, el Infierno tiene siete niveles, cada uno más terrible que el anterior, y está custodiado por ángeles severos que impiden la salida de los condenados. El Infierno es el destino final de los incrédulos, los hipócritas, los idólatras y los transgresores de la ley divina.
El Fuego del Infierno tiene diferentes nombres en los textos islámicos. Cada uno de ellos posee una descripción. Algunos de ellos son:
Yahim – fuego - por la llamarada de su fuego.
Yahannam - Infierno – por la profundidad de su fosa.
Ladzaa – fuego ardiente – por sus llamas.
Sa’ir – fuego ardiente – por la manera de incendiarse.
Saqar – por la intensidad de su calor.
Hutamah – pedazos de escombros rotos – porque rompe y daña todo lo que sea arrojado a el.
Haawiyah – hueco o abismo – porque el que es arrojado en él, lo es desde arriba hacia abajo.
El Infierno es un lugar de castigo y tormento, y los que son enviados allí experimentarán dolor y sufrimiento extremos. El Corán describe el Infierno como un lugar de oscuridad, humo y fuego, donde los habitantes son castigados por sus pecados con tormentos incesantes.
RITUALES MORTUORIOS MUSULMANES
Muerte, liturgia y enterramiento en la religión islámica:
El ritual que el Islam y su libro sagrado, el Corán, manda observar en el proceso de la muerte y enterramiento de los musulmanes se suele agrupar en cinco fases:
- Los rituales mortuorios islámicos comienzan en el momento de la agonía, siendo habitual que el moribundo esté acompañado por la familia y sus amigos más cercanos, quienes recitarán junto a él en voz baja la profesión de fe, susurrándosela al oído para que éste la musite y sea lo último que diga.
- Una vez que el agonizante exhala el último suspiro, que es cuando el alma abandona el cuerpo, se procede al lavado del cuerpo del difunto por una persona de la comunidad que sepa hacerlo pues es necesario seguir un ritual preciso que no todos conocen.
- Tras el lavado ritual del cuerpo se procede a su amortajamiento, envolviendo al difunto en un número impar de lienzos blancos.
- Una vez amortajado, se introduce el cadáver en el féretro, procurando que el ataúd sea lo más sencillo posible ya que éste será desechado en el momento de la inhumación, en que el cuerpo se pone directamente sobre la tierra.
- La oración fúnebre puede hacerse bien en el lugar en el que el individuo ha fallecido o bien ya en el cementerio, para lo cual ha de seguirse también un ritual preciso, siendo el imán el encargado de dirigirla. Según las creencias islámicas, el difunto debe ser inhumado con la mayor rapidez posible tras el deceso, estando prohibida la cremación.
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