jueves, junio 15, 2023

LOS CÁTAROS - HOMBRES BUENOS

COSAS DE GELY

LOS CÁTAROS

Los cátaros fueron una de las herejías más importantes de la Edad Media, que se extendió por el sur de Francia y otras regiones de Europa entre los siglos XII y XIV. Su nombre proviene del griego katharoi, que significa "puros", y refleja su aspiración a una vida espiritual basada en el Evangelio, y alejada de la corrupción de la Iglesia Católica. 

Los cátaros creían en un dualismo radical entre el bien y el mal, el espíritu y la materia, Dios y el diablo. Para ellos, el mundo material era obra del diablo y debía ser rechazado. Solo los que se sometían a un ritual de iniciación llamado consolamentum, podían liberar su alma del cuerpo y acceder al reino de Dios. Estos iniciados, eran los perfectos o buenos hombres, que llevaban una vida ascética y pacífica. El resto de los creyentes, eran los creyentes o amigos, que podían seguir viviendo en el mundo, pero debían respetar a los perfectos y ayudarlos en su misión.

Los cátaros tuvieron gran influencia en el sur de Francia, donde contaron con el apoyo de muchos nobles y pobladores. Allí desarrollaron una cultura propia, basada en el amor cortés, la poesía trovadoresca, y la tolerancia religiosa. Sin embargo, su existencia fue amenazada por la Iglesia Católica, que los consideraba herejes y los combatió con todos los medios a su alcance. 

LA PERSECUCIÓN DE LOS CÁTAROS POR EL PAPA INOCENCIO III

En 1209, el papa Inocencio III, lanzó una cruzada contra los cátaros que duró más de 20 años, y provocó miles de muertes y destrucciones. La cruzada fue seguida por la Inquisición, que se encargó de perseguir y eliminar a los últimos focos de resistencia cátara. El último bastión cátaro fue el castillo de Montségur, que cayó en 1244 tras un largo asedio. Allí murieron quemados más de 200 perfectos, que prefirieron morir antes que renunciar a su fe.

Los cátaros han dejado un legado histórico y cultural muy valioso, que se puede apreciar en los monumentos, las leyendas, y las tradiciones del sur de Francia. Su historia, es un ejemplo de rebeldía espiritual frente al poder establecido, pero también de tragedia y persecución. A pesar de su desaparición física, su memoria sigue viva, entre quienes admiran su búsqueda de la pureza y la libertad.

Los cátaros negaban la divinidad de Jesús, la virginidad de María, y la existencia del Espíritu Santo. No administraban sacramentos; en su lugar, había un ritual, el consolamentum, que corría a cargo de una suerte de sacerdotes llamados Perfectos. Además, vivían de un modo bastante austero para la época, lo que les hizo tremendamente populares. De hecho su presencia, lejos de incomodar a los señores locales, como el conde de Tolosa, parecía complacerles. Pero pronto su auge empezó a preocupar a Roma, quien veía que el control espiritual de la comarca se le iba de las manos. Así las cosas, el papa Inocencio III enviaría una embajada con la misión de purgar la herejía, por la vía de la persuasión.

Los cátaros rechazaron las enseñanzas de la Iglesia Católica por considerarlas como inmorales, así como la mayoría de los libros de la Biblia, que según ellos fueron inspirados por Satanás. Criticaron a la Iglesia en gran medida, por la hipocresía, la codicia, la lascivia de su clero y la adquisición de tierras y riquezas.  No es de extrañar que los cátaros fueran condenados como heréticos por la Iglesia Católica, y masacrados en la Cruzada Albigensiana entre el (1209 - 1229 después de Cristo), que también devastó las ciudades y cultura del sur de Francia. 

Las creencias Cátaras también incluían lo siguiente:

El reconocimiento del principio femenino en lo divino. – Dios era tanto hombre como mujer. El aspecto femenino de Dios era Sofía, (la sabiduría). Esta creencia alentó la igualdad de los sexos en las comunidades cátaras.

La Metempsicosis o reencarnación. – Según ellos un alma renacería continuamente, hasta que renunciara al mundo por completo y escapara de la encarnación.

La Dualidad Cósmica. – Los cátaros creían en la existencia de dos poderosas deidades en el universo, una buena y otra malvada, que estaban en un estado de guerra constante. El propósito de la vida era servir al bien ayudando a los demás, para escapar del ciclo del renacimiento y la muerte, y así poder regresar a casa, y a Dios.

El Vegetarianismo. – Los cátaros eran vegetarianos, aunque permitían comer pescado a creyentes y simpatizantes.

El Celibato para perfecti. – El celibato fue alentado en general, ya que se pensaba que cada persona nacida era sólo otra pobre alma, atrapada por el diablo en un cuerpo. El matrimonio en general no se aconsejaba.

La dignidad del trabajo manual. – Todos los cátaros trabajaban, tanto sacerdotes como laicos, muchos como tejedores.

El suicidio (conocido como el ritual de la endura). El suicidio estaba permitido como una respuesta racional y digna bajo ciertas condiciones.

Los cátaros consideraban a la Iglesia de Roma, desorientada y perdida en su primitiva esencia, aquella con la que los primeros cristianos, vivieron con sencillez, humildad y humanismo y que según los cátaros, la Iglesia transformada por Constantino el Grande había perdido en gran manera, convirtiéndose en una religión, prepotente e intransigente, cuyos fieles vivían en continuo temor al castigo divino, por cualquier falta o desvío de sus actos, que pudiera reportarles la condenación de sus almas. Los cristianos estaban obligados bajo pena de excomunión, a obedecer ciegamente a la Iglesia Católica y sus dogmas, que se consideraban y aun hoy se consideran inamovibles. 

Y mientras los siglos han ido pasando, la Iglesia Católica continúa sus pecados "veniales" las sicav, las inmatriculaciones, etc... Su avaricia no tiene límites. ¿Que diría Jesús del comportamiento de estos dirigentes eclesiásticos que se han erigido como sus representantes en este jodido mundo?




 
 

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