COSAS DE GELY
El budismo es una de las Filosofías más importantes del mundo. Fue fundada hace más de dos mil quinientos años al norte de la India. Está fundamentada en los principios de la no-violencia y la gentileza amorosa para todos los seres sensibles, que buscan la paz, tolerancia y compasión.
Promueve que los seres humanos vivan según los maestros de la tradición, siguiendo la ética del equilibrio y buscando llegar a un estado de paz y ecuanimidad sin límites. Esta importante tradición religiosa ha acumulado por siglos mucha sabiduría sobre la mente humana y también tiene muchísimas técnicas de meditación que se pueden aprender bajo la tutela de un maestro cualificado.
La meditación nos conduce a un mayor conocimiento propio y nos ayuda a mejorar nuestra actitud mental en general. El fin de toda esta práctica es lograr beneficiar a todos los seres sensibles mediante el pleno desarrollo de la compasión. Esta es la práctica que enfatiza el budismo que nos llega del Tibet.
El budismo tibetano proviene del último desarrollo del budismo en la India durante los siglos VII hasta el siglo XII. Durante este periodo monjes, yoguis y eruditos del sur cruzaron los Himalayas con los tesoros de las enseñanzas budistas. Todos los textos budistas existentes en ese periodo fueron traducidos y archivados en los monasterios que fueron surgiendo, protegiendo así para la posteridad el legado del Buda para la humanidad.
Tres falsos y ávidos maestros se reúnen a charlar y a explicarse los unos a los otros cómo operan con sus ganancias...
El primero de ellos dice:
- Yo trazo un círculo en el suelo y lanzo las monedas al aire. Las que caen dentro del círculo son para mí, pero las que caen fuera son para Dios.
Otro de los maestros explica:
- Yo también trazo un círculo en el suelo y lanzo las monedas al aire. Las que caen dentro del círculo son para Dios y las que caen fuera del mismo son para mi.
Y el tercer maestro, el más codicioso, comenta:
- Queridos amigos. También yo trazo un círculo en el suelo. Lanzo las monedas al aire. Las que caen son para mí y las que no caen son para Dios.
OS LEO A ESTE RESPECTO ALGUNAS REFLEXIÓN DE RAMIRO CALLE DICE ASÍ:
Ramakrishna y Vivekananda previnieron sin tregua contra los falsos gurús y llegaron a decir que son como prostitutas codiciosas. Hace años escribí un libro que titulé "Verdad y mentira de los falsos gurús" que resultó muy polémico e incluso recibí amenazas.
Hoy en día proliferan, como nunca, los falsos maestros, los desaprensivos mistagogos, los pseudoprofetas y los falsos terapeutas que prometen sanarlo todo y no curan nada: han surgido todo tipo de organizaciones yóguicas que se extravían en falsas promesas, toda suerte de predicadores que hablan pero no practican, infinidad de embaucadores que se aprovechan de la ignorancia o insatisfacción de los neófitos para engatusarles...
Se mueve tanto dinero en el mercado de la espiritualidad, que no resulta fácil discernir entre la plata y el nácar, la joyería y la bisutería. Mucha gente es engañada con falsas promesas de fáciles remedios o atajos para llegar al cielo; otra gente es que quiere ser engañada y no utilizar el discernimiento; los hay que solo buscan la fenomenología oculta y nada les interesa la evolución de la consciencia o que no quieren hacerse responsables de su búsqueda interior y prefieren que un "gurú" les meta en su cárcel antes de estar en la propia.
Tampoco faltan los que apoya al enemigo por no querer indagar de si se trata o no de una persona fiable o que tan holgazanes son que caen en la trampa de que otro puede hacer el trabajo interior por uno. Así la legión de falsos maestros no cesa o de "iluminados" que impúdicamente se proclaman tal. Pues "ciegos siguiendo a otros ciegos y todos al barranco". Oídos sordos para las palabras de Buda: "¡Esperadlo todo de vosotros mismos!".
Dadas las oscuras y sinuosas sendas que se adentran en el supermercado espiritual, urge alumbrar la lámpara del discernimiento. Ya me lo dijo hace muchos años Baba Muktananda: "siempre hay que poner a prueba al maestro". Pero como señala mi amigo el profesor de yoga Víctor Martínez Flores en una entrevista que se le ha hecho en la revista de yoga SADHANA, el profesor es imperfecto pero la Enseñanza (el Dharma) es perfecta. Volviendo a Buda, recalcó: "Es perfecta en su principio, su medio y su fin".
Ramiro Calle
Centro de Yoga Shadak
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