COSAS DE GELY
El Buda de la Luz Infinita existe desde la eternidad y siempre está enseñando el Dharma. Los que viven en el Reino de Buda no tienen sufrimientos; sólo conocen días de felicidad: por eso a este Reino se le llama la “tierra de la felicidad”.
Los que renacen en este Reino, no vuelven nunca al mundo de los deseos y de la muerte porque han logrado la perfecta Iluminación. El número de los iluminados es incalculable e ilimitado.
En el cielo vibran melodías divinas; la tierra reluce con tintes dorados. Seis veces, durante el día y la noche, caen del cielo flores celestiales. Los que viven en el Reino las recogen para ofrecerlas a todos los Budas. Todos, al escuchar estos cantos, piensan en Buda y en sus Enseñanzas, anhelan la paz y la unión.
El que oye esta música, de por sí piensa en Buda y en sus Enseñanzas y anhela la unión y la paz entre los hombres. Todas estas maravillas son sólo un pálido reflejo de las hermosuras que existen en la Tierra Pura.
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