COSAS DE GELY
Sipnosis
¿La civilización es sinónimo de progreso o de
decadencia? La crítica al progreso no es algo contemporáneo, ya nos
alertó Jean-Jacques Rousseau al afirmar que la civilización corrompe la
naturaleza del hombre. ¿Por qué afirmó que las sociedades políticas
institucionalizan la desigualdad? ¿En qué consiste el famoso contrato
social de Rousseau? Nos acompañan, en la búsqueda de respuestas, Yves
Charles Zarka, profesor de Filosofía Política en la Université Paris
Descartes Sorbonne y José Manuel Bermudo, catedrático de Filosofía
Política.
Jean-Jacques Rousseau (81712-1778)
La filosofía de Rousseau está muy ligada al movimiento artístico del romanticismo, ya que fue el primero en romper con la visión bruta y salvaje de la Naturaleza. Hasta entonces había predominado el pensamiento de Hobbes («El hombre es un lobo para el hombre»), en lo referente al papel de la civilización en la transformación de la naturaleza humana original. En ese momento todos los filósofos consideraban que las artes, la ciencia, las leyes, el Estado, el progreso… eran elementos que hacían mejor al hombre. Rousseau rompió con esa idea defendiendo que el hombre natural es menos egoísta y salvaje que el hombre civilizado. Para él, es la sociedad civil la que induce el estado salvaje, y el conocimiento lo que nos vuelve infelices. «El hombre nace libre». Además de este nuevo enfoque que impulso la corriente romántica, Rousseau es importante por haber publicado El contrato social, obra con la que pone en práctica su teoría y en la que defiende la libertad del hombre ante la dirección de la aristocracia, la monarquía y la Iglesia. Su idea de que los ciudadanos controlaran el proceso legislativo fue un gran apoyo intelectual para los revolucionarios de la Bastilla, que cambiaron la historia del mundo cortando la cabeza al Antiguo Régimen. El pensamiento de Rousseau influyó mucho en Marx.
Fuentes: vaventura.com y rtve
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