COSAS DE GELY
Segunda noble verdad: el origen sufrimiento
La segunda noble verdad, el origen del sufrimiento. Es el apego, la avidez y sed de anhelos
sensoriales, de existencia y continuidad, e
incluso de aniquilación. Esta avidez, esta sed, la cual
tiene la falsa idea de un ‘yo’ como su centro, es una fuerza enorme que
impulsa la totalidad de la existencia. Todos estarían de acuerdo en que
esta avidez egoísta crea todos los males del mundo, desde los
insignificantes problemas personales hasta los eventos mundiales. Pero
no es fácil comprender que este anhelo, basado en la falsa creencia en
un ‘yo’, es la causa de toda la existencia y la continuidad del ser.
Tercera noble verdad: la cesación del deseo
Una vez que reconocemos los sufrimientos verdaderos que experimentamos
en la vida e identificamos sus causas verdaderas, si queremos
verdaderamente deshacernos de ellos, necesitamos impedir que vuelvan a
repetirse. La tercera verdad noble de la que el Buda se dio cuenta desde
su propia experiencia y que luego enseñó, es que es posible una
cesación verdadera de todos los sufrimientos y sus causas, de tal forma
que nunca vuelvan a repetirse. Es posible porque la naturaleza de la
mente es pura.
Buda dijo: Oh monjes, el Nirvāna es la realidad, es la Noble Verdad Última. En otro lugar él dice: Oh monjes, Yo les enseñaré la Verdad y el camino que conduce a la Verdad. Cuando se logra alcanzar el estado de Nirvana a través de la iluminación espiritual el ciclo del samsara o ciclo de la vida y la muerte acaba y todas las deudas kármicas son saldadas.
La cuarta noble verdad: el senderoLa cuarta verdad es el óctuple sendero: la perspectiva correcta, la intención correcta, la palabra correcta, la acción correcta, el correcto modo de subsistencia, el esfuerzo correcto, la atención correcta, la concentración correcta.
Al descubrir esto con "sabiduría,
penetración y luminosidad", Buda proclamó que se había liberado y que
quien consiguiera este entendimiento en toda su extensión podía también
proclamar su iluminación.
La tradición señala: La primera noble verdad, la verdad del sufrimiento, debe ser entendida; la segunda verdad, la verdad del origen del sufrimiento (o el deseo o la avidez), debe ser abandonada; la tercera verdad, la verdad de la cesación del sufrimiento, debe ser realizada; y la cuarta verdad, la verdad del sendero, debe ser desarrollada.
El óctuple sendero se divide en tres pilares: moral, concentración o purificación de la mente y sabiduría. El fundamento de este sendero es que, como un experimento científico, es replicable, constituye un método probado para liberarse de la rueda del samsara, y dejar de producir karma. La ignorancia es la que genera el karma, lo cual a su vez genera toda una serie de condiciones concatenadas (incluyendo el cuerpo mismo) las cuales derivan finalmente en el renacimiento y en el sufrimiento.
Una vez expuesto este sencillo esquema que constituye la piedra angular de una filosofía de
más de 2.500 años, podemos decir que el Budismo ha promovido, como ninguna otra filosofía, la paz
mental y el autoconocimiento.
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