COSAS DE GELY
El gran apagón de España: ¿Error técnico, sabotaje o interés oculto?
El pasado lunes 28 de abril, millones de ciudadanos en España, Portugal y parte de Francia se quedaron sin electricidad durante horas. No fue un simple corte de luz, sino un apagón masivo que colapsó el sistema eléctrico de la península ibérica. ¿Cómo pudo pasar algo así en pleno 2025? ¿Fue un accidente... o hay algo más detrás?
Como ciudadana que intenta entender lo que pasa y compartirlo con otros, he investigado los hechos disponibles, los datos técnicos, las declaraciones oficiales y los silencios más sospechosos. A continuación, te explico de forma sencilla según mi apreciación, que pudo haber pasado, quiénes podrían estar detrás, y sobre todo, quién gana con todo esto.
La versión oficial: un fallo técnico masivo
La primera explicación que se dio apunta a un fallo técnico. A eso del mediodía, una parte enorme de la producción eléctrica del país (en su mayoría solar) desapareció de golpe. Se habla de unos 15.000 megavatios, una cantidad brutal.
Esto descompensó la red eléctrica. Las centrales que quedaban no fueron capaces de aguantar el tirón y empezaron a desconectarse solas por seguridad. En cuestión de minutos, el país entero se quedó a oscuras.
Las autoridades afirman que no se trató de un sabotaje y que el problema vino de una descoordinación entre las distintas fuentes de energía. En otras palabras: las renovables funcionaron, pero el sistema no supo cómo reaccionar cuando una parte dejó de hacerlo.
¿Y si no fue solo un fallo? El sospechoso silencio del lobby energético
Ahora bien… ¿y si hubo algo más? ¿Y si este apagón no fue solo un error técnico? Esta teoría no es conspirativa, es simplemente lógica:
Tras el apagón, las plantas de gas y las centrales nucleares fueron las encargadas de levantar de nuevo el sistema.
Eso implica que las empresas que controlan estas fuentes más caras y tradicionales ganaron protagonismo… y dinero.
Además, tras el suceso, varios medios y figuras comenzaron a sembrar dudas sobre la fiabilidad de las renovables.
¿Casualidad o jugada?
Puede que alguien haya aprovechado una debilidad del sistema para provocar una desconexión que desacredite el avance de las energías limpias. O puede que ciertas alarmas internas se ignoraran a propósito. Esto es difícil de probar, pero no imposible de imaginar, teniendo en cuenta lo que está en juego: el futuro del negocio energético en Europa.
Ciberataques y sabotaje extranjero: el otro frente abierto
El Gobierno también ha confirmado que se está investigando un posible ciberataque. Ya ha ocurrido en otros países: Rusia, China, Irán y Corea del Norte han sido acusados de intervenir en redes eléctricas extranjeras.
¿Podría haber sido un ataque para probar nuestras defensas?
Sí. En un mundo donde las guerras se libran también en forma de código y virus informáticos, este tipo de agresión digital es cada vez más común.
¿Hay pruebas?
No todavía. Pero el hecho de que se esté investigando seriamente esta opción indica que no se descarta ningún escenario.
Mi opinión: una mezcla de errores y manos ocultas
Después de analizar toda la información, mi opinión personal es esta:
El apagón fue una combinación de fallo técnico, mala preparación del sistema eléctrico y, posiblemente, intereses ocultos que no hicieron nada por evitarlo.
No creo que haya una mano negra única, pero sí creo que el sistema favorece a quienes quieren retrasar la transición ecológica. Y si eso incluye dejar que un fallo se agrave o no modernizar a tiempo el sistema, es una forma de sabotaje silencioso.
¿Y ahora qué?
Este apagón debería ser una llamada de atención. No para abandonar las renovables, sino para mejorar el sistema que las gestiona. Porque no es la energía limpia la que falló, sino la red antigua que aún depende de los de siempre.
Esperemos que las investigaciones sigan y que no se silencie nada por intereses políticos o empresariales.
Considero que la energía también es poder, y sabotearla o manipularla para recuperarlo (cuando se ha perdido) es uno de los actos más macabros que puede sufrir un pueblo, por parte de alguien que pretenda llegar a el.
Pero vivimos en un mundo donde hay personas y grupos tan ambiciosos, tanto en la política como en los grandes negocios, que harían cualquier cosa por dominarlo todo.
No lo permitamos. Exijamos claridad, verdad y un futuro energético justo.
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